Es una de las zonas de Milán más repletas de historia e importantes testimonios artísticos. La maravillosa Basílica de Sant'Ambrogio tradicionalmente está considerada la segunda iglesia de la ciudad de Milán en importancia. Todo el barrio se extiende alrededor del Corso Magenta, una elegante calle decimonónica que ya existía cuando Milán era la capital del Imperio Romano de Occidente. Si te alojas en esta zona, te recomendamos visitar el Museo Arqueológico (ubicado en el antiguo Monasterio de San Maurizio) y el Convento de Santa Maria delle Grazie, donde te espera la espectacular Última Cena de Leonardo Da Vinci.